123456789101112131415161718192021222324252627282930313233343536373839404142434445464748495051525354555657585960616263646566676869707172737475767778798081828384858687888990919293949596979899100101102103104105106107108109110111112113114115116117118119120121122123124125126127128129130131132133134135136137138139140141142143144145146147148149150
Libro de los Salmos
Capítulo 39
- Yo dije: Atenderé a mis caminos, Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca con freno, En tanto que el impío esté delante de mí.
- Enmudecí con silencio, me callé aun respecto de lo bueno; Y se agravó mi dolor.
- Se enardeció mi corazón dentro de mí; En mi meditación se encendió fuego, Y así proferí con mi lengua:
- Hazme saber, Jehová, mi fin, Y cuánta sea la medida de mis días; Sepa yo cuán frágil soy.
- He aquí, diste a mis días término corto, Y mi edad es como nada delante de ti; Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. Selah
- Ciertamente como una sombra es el hombre; Ciertamente en vano se afana; Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.
- Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti.
- Líbrame de todas mis transgresiones; No me pongas por escarnio del insensato.
- Enmudecí, no abrí mi boca, Porque tú lo hiciste.
- Quita de sobre mí tu plaga; Estoy consumido bajo los golpes de tu mano.
- Con castigos por el pecado corriges al hombre, Y deshaces como polilla lo más estimado de él; Ciertamente vanidad es todo hombre. Selah
- Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor. No calles ante mis lágrimas; Porque forastero soy para ti, Y advenedizo, como todos mis padres.
- Déjame, y tomaré fuerzas, Antes que vaya y perezca.
El carácter transitorio de la vida
Al músico principal; a Jedutún. Salmo de David.
Origen del libro, carta o epístola de Libro de los Salmos