123456789101112131415161718192021222324252627282930313233343536373839404142434445464748495051525354555657585960616263646566676869707172737475767778798081828384858687888990919293949596979899100101102103104105106107108109110111112113114115116117118119120121122123124125126127128129130131132133134135136137138139140141142143144145146147148149150
Libro de los Salmos
Capítulo 28
- A ti clamaré, oh Jehová. Roca mía, no te desentiendas de mí, Para que no sea yo, dejándome tú, Semejante a los que descienden al sepulcro.
- Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, Cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.
- No me arrebates juntamente con los malos, Y con los que hacen iniquidad, Los cuales hablan paz con sus prójimos, Pero la maldad está en su corazón.
- Dales conforme a su obra, y conforme a la perversidad de sus hechos; Dales su merecido conforme a la obra de sus manos.
- Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová, Ni a la obra de sus manos, El los derribará, y no los edificará.
- Bendito sea Jehová, Que oyó la voz de mis ruegos.
- Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.
- Jehová es la fortaleza de su pueblo, Y el refugio salvador de su ungido.
- Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; Y pastoréales y susténtales para siempre.
Plegaria pidiendo ayuda, y alabanza por la respuesta
Salmo de David.
Origen del libro, carta o epístola de Libro de los Salmos