Job
Capítulo 35
- Prosiguió Eliú en su razonamiento, y dijo:
- ¿Piensas que es cosa recta lo que has dicho: Más justo soy yo que Dios?
- Porque dijiste: ¿Qué ventaja sacaré de ello? ¿O qué provecho tendré de no haber pecado?
- Yo te responderé razones, Y a tus compañeros contigo.
- Mira a los cielos, y ve, Y considera que las nubes son más altas que tú.
- Si pecares, ¿qué habrás logrado contra él? Y si tus rebeliones se multiplicaren, ¿qué le harás tú?
- Si fueres justo, ¿qué le darás a él? ¿O qué recibirá de tu mano?
- Al hombre como tú dañará tu impiedad, Y al hijo de hombre aprovechará tu justicia.
- A causa de la multitud de las violencias claman, Y se lamentan por el poderío de los grandes.
- Y ninguno dice: ¿Dónde está Dios mi Hacedor, Que da cánticos en la noche,
- Que nos enseña más que a las bestias de la tierra, Y nos hace sabios más que a las aves del cielo?
- Allí clamarán, y él no oirá, Por la soberbia de los malos.
- Ciertamente Dios no oirá la vanidad, Ni la mirará el Omnipotente.
- ¿Cuánto menos cuando dices que no haces caso de él? La causa está delante de él; por tanto, aguárdale.
- Mas ahora, porque en su ira no castiga, Ni inquiere con rigor,
- Por eso Job abre su boca vanamente, Y multiplica palabras sin sabiduría.
Origen del libro, carta o epístola de Job